sábado, 9 de febrero de 2008

LA VIDA SE CAE A PEDAZOS

El ultimo gajo caia incendiandose, para inundarse en la humareda negra que no dejaba ver como se rompian rostros ni como se practicaban las verdades. Las piedras cabalgando hacia el homicidio, con los brazos apolvorados y la sonrisa chueca, penetran la bestialidad de treinta metros que atormenta al cielo, la bestia parida de rabia, la que revuelve su estomago con puñales y cactus con piedras que se apagan como flashes en la tempestad de la guerra. La hierba maricona toma a sus proles apresurada, con maletas y lo que puedan llevar en las manos, escapan por entre el estallido, hacia donde no los devore la refriega, hacia donde hallan tierras para roer.

Los otros co-habitantes del desierto, mas retardados que primitivos, sonrien enjugados en sangre derramada, la escena los conmueve marchitos de pena, que con sus pieles rayadas lanzan semillas al viento, semillas como naves lunares tintinean contra la luz solar esperando ser vistas por la meona de patas largas o no perder jamas de vista ni al sol ni a la tierra; pero es dificil en la tempestad, en la revuelta de putas de pelea que desencadenan los enfrentados. Una tierra mas que sera perdida para ser prometida a otros.

Y el carnaval de sangre, espinas y guijarros no cesa, y no cesara hasta que piedras y cactus revienten juntos en el pavimento de las glorias etereas, porque jamas han sabido ni de rendicion ni de derrotas las piedras, y los cactus, superiores en gracia y ostento belico, por millones de años no han sido retados.

La tierra truena y se abscesa, se ahoga en sus nectares atorbellinados, !se ahoga la tierra! la tierra se les ahoga...

Despues de esto no vendran calmas, ni bajara nadie de una columna de luz a perdonar, no hay expiaciones ni redentores para los entes del cerro, ellos se matan y mueren. Se matan y mueren, algunos recostados sobre el enemigo con los brazos extendidos, otros se sorben sin querer la sangre, otros lloran adoloridos en la colateralidad, mientras otros mas ilusos lloran sus actos empañados.

Ya no hay mas tiempo, los monos han tomado las navajas...
...que dios salve los niños.

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